La Farola de Málaga es uno de los símbolos de la ciudad y como imagen del cartel esta edición podría considerarse por su significado como el símbolo del Quinto Aniversario de la Convención Internacional de Tatuaje de Málaga

Desde sus orígenes, esta ciudad siempre ha tenido claro que su prosperidad dependía principalmente de su puerto. Llegó a convertirse en uno de los puertos más activos del Mediterráneo, ejerciendo de nexo de unión entre el Mar Mediterráneo, el Océano Atlántico y el Mar del Norte, estableciendo incluso rutas marítimas con el Lejano Oriente. Desde 1998 se encuentra en un profundo proceso de remodelación permitiendo dar un uso ciudadano al puerto con un impresionante palmeral, una extensa superficie comercial y de restauración, museos y una vanguardista terminal de cruceros, que ha situado a Málaga como el puerto líder de España en la recepción de cruceristas en el Mediterráneo, permitiendo su nueva terminal el atraque de los cruceros más grandes del mundo.

Los griegos decidieron alzar en la Isla de Pharos en Alejandría una torre de mármol de 134 metros de altura, coronado por un potente fuego, para guiar a los marineros y evitar que naufragaran al aproximarse a la costa sin encontrar el puerto, por la oscuridad de la noche o los temporales, convirtiéndose en una de las Siete Maravillas del Mundo. Los Faros se extendieron por todo el Mediterráneo y posteriormente por los siete mares.

El faro se asocia con la seguridad, representando la estabilidad ya que resiste el paso del tiempo, supera las inclemencias meteorológicas y propicia la evolución de la ciudad que lo posee como hará con la Málaga Tattoo Convention, a la que acudirán atraídos por la intensa luz de las ediciones anteriores tatuadores de todo el planeta.

La quinta edición internacional volverá a celebrarse en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Instalaciones que permiten albergar a más de 20.000 visitantes y donde se unen la tradición malagueña con la vanguardia del siglo XXI.